En los Juegos OlÃmpicos de Mexico 1968, dos velocistas americanos levantaron el puño en alto durante su paso por el podio y mientras se tocaba el himno de los Estados Unidos, en un acto por la reinvidicación de los derechos humanos de los negros en su paÃs. Sin embargo, y a pesar que ambos fueron atacados por todos lados luego de ese momento, fue el tercer velocista quién terminarÃa siendo el más condenado hasta su muerte: el australiano Peter Norman.
Tommie Smith y John Carlos consiguieron la medalla de oro y bronce en la final de los 200 metros de Mexico 1968. Con un guante negro cada uno, levantaron el puño y agacharon la cabeza en señal de protesta, una imagen que hasta el dÃa de hoy recorre el mundo y que se considera un sÃmbolo de la lucha por los derechos humanos.
Smith y Carlos fueron expulsados y sus carreras prácticamente terminaron de manera abrupta. Nunca más volvieron a competir. Pero a ellos, en silencio, y también durante el podio, hubo un australiano que se unió a ellos en silencio, portando una insignia por los derechos humanos en apoyo a sus compañeros (Norman le pidió la insignia a Smith antes de subir al podio).
Era Peter Norman. El hombre que estuvo de acuerdo con la idea de los dos velocistas y que vio en ellos una manera de levantar la voz no solo por los derechos de los negros sino de todas las razas que eran tratadas de la peor manera alrededor del mundo. La protesta inicial iba a ser con Smith y Carlos teniendo un par de guantes cada uno. Pero Carlos se olvidó los guantes en la Villa OlÃmpica, y fue Norman quien sugirió que del par que tenÃan, cada uno se ponga un guante en cada mano.
Es por eso que la histórica foto tiene a Smith con el guante derecho y a Carlos con el guante izquierdo. Norman, como se dijo, permaneció en silencio, pero apoyando completamente la causa. La medalla de plata y el record para su paÃs no lo salvaron del trágico final que tendrÃa su vida.
Su federación no lo volvió a tener en cuenta y el Comité OlÃmpico de Australia no le permitió competir si es que no se retractaba de los actos que habÃa hecho en Mexico 1968. Norman por supuesto no lo hizo, y a pear de haber batido las marcas en los 200 metros y tener todos los tiempos para clasificar a Munich 1972, lo rechazaron.
Se dedicó al futbol australiano, pero abandonó completamente el deporte luego de una lesión en el tendón de aquiles que lo llevó a una gangrena y a casi perder la pierna derecha. A partir de ahÃ, se hizo adicto a los calmantes, se volvió alcohólico y en sus últimos años terminó siendo vÃctima nuevamente del rechazo de toda una sociedad.
Los Juegos OlÃmpicos llegaban a Sydney, Australia en el 2000, y Norman era el atleta más rápido de la historia del paÃs. Sin embargo, no fue tomado en cuenta por su propio paÃs en ningún momento del evento. La delegación estadounidense, al enterarse de eso, lo puso como su invitado, y fue la única manera que Peter Norman pudo asistir a los Juegos OlÃmpico de Sydney 2000.
Incluso en el estado de California, en la San Jose State University se contruyó el podio de Mexico 1968, con Smith y Carlos en el primer y tercer lugar, pero el segundo lugar quedó totalmente vacÃo.
Murió en 2006 de un ataque al corazón. TenÃa 64 años y aunque fue totalmente borrado, Norman sigue siendo el hombre record australiando con 20.06 en los 200 metros. Sus compañeros de aquel momento, que siempre le tuvieron respeto, Smith y Carlos, viajaron hasta Melbourne para personalmente cargar el feretro y llevar a Norman a su descanso eterno.
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